Jan Svankmajer ocupa un lugar excepcional en la cinematografía animada contemporánea. Sus películas, marcadas por el surrealismo y una inclinación acentuada hacia todo lo absurdo, fueron laureadas en muchas partes del mundo. Además de director fílmico y animador, Jan Svankmajer (nacido en Praga en 1934) es también artista gráfico, escultor, poeta y diseñador.
A diferencia de los de sus colegas los animadores convencionales, a él le interesan más la animación de objetos de uso cotidiano, a Svankmajer lo que más le interesa son las cosas.
Los objetos son muy importantes, no tanto en su valor por sí mismos, sino por el modo en que los conferimos significado nosotros, proyectando sobre ellos partes de nuestras emociones sobre las que siquiera tenemos control. En realidad, todos somos animadores de objetos
La pasión de Svankmajer por las cosas le ha llevado a inventar y diseñar extravagantes objetos surreales de misterioso uso y series enteras de máquinas.
“Para mí, los objetos siempre estuvieron más vivos que las personas, porque perdurarán más y son más expresivos”.
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